Muy buenas a tod@s. Esperamos que las vacaciones os estén
sentando tan bien como a nosotras. Hoy, os dejaremos la impresión que nos ha
dejado una nueva novela, “Amargo como el Amor”, de Marcia Cotlan.
Deciros también que, en esta ocasión, solo una de nosotras
la ha podido leer, pero que la otra no tardará en hacerlo, estoy segura, no
solo por las palabras que estoy a punto de plasmar, sino por lo bien que voy a
hablarle de ella.
Catalina siempre ha amado a Mateo Aspériz, pero está obligada a casarse con Tobías Ordaz. Para ello deja su Vizcaya natal y parte rumbo a Maracaibo, donde el que será su esposo tiene una hacienda productora de cacao. Unos meses después, Mateo emprende el mismo viaje para ir en su búsqueda.
El tiempo, la distancia y que Tobías no resulta ser el hombre despreciable que ella creía, harán que la joven se plantee si el amor que siente por Mateo es verdadero y si realmente odia a su futuro marido.
En medio de esta encrucijada, se descubre un terrible secreto de su pasado que ensombrece aún más su difícil y complicada situación. Ahora que está sola y despojada de todo cuanto creía suyo, ¿será capaz de escuchar los dictados de su corazón?
Hay novelas que en su momento me han parecido que estaban
bien, otras me han entretenido, sin más; algunas me han gustado, incluso
afirmando que mucho, mucho. Otras veces, en cambio, eso último es decir poco.
“Amargo como el amor” ha llegado a deleitarme como hacía meses que una historia
no conseguía hacerlo. Me he regocijado con la ternura de los personajes (y no solo
hablo de los principales), sus personalidades, diálogos, pasión exquisitamente
narrada, amor noble y puro, con el ambiente… Y es que para esta historia solo
tengo palabras de alabanza. Me ha en-can-ta-do (lo escribiría en mayúsculas,
pero dicen que hacerlo así en la red es sinónimo de gritar).
Eso sí, os aviso que no os puedo hablar de ella sin hacer
algo de spoiler; me es imposible.
Lo primero que diré es que me encanta Tobías (y eso que
venía predispuesta en su contra. No me preguntéis por qué). Ha sido como
encontrar en él la mezcla justa de caballero enamorado, despechado, odioso y
sincero. Me gusta cómo trata a la gente que le rodea (para bien o para mal),
empezando por Teresa y acabando por su propia madre.
En cuanto a Catalina, no se la puede definir solo como una
mujer fuerte o con las ideas claras. Me gusta que sea sincera, consecuente y
sin dobleces. Una buena amiga que se da cuenta de sus errores y los remedia en
el acto.
Y ahora, Mateo. No es protagonista, pero casi. La verdad es
que pensaba que su historia acabaría siendo la copia de tantas otras (a saber:
hombre despechado, dolido y demás, se vuelve en un ser amargado y malo). Pocas
veces me he sentido tan complacida con la trayectoria de un secundario que
pretende la mano a la protagonista. Un ser humano decente y único que me ha
robado el corazón. Quisiera extenderme hablando líneas enteras sobre él, pero
eso ya no sería spoilear, sino un
enamoramiento en toda regla. Es sí, solo puedo poner una pega. Necesitaba más
extensión de su historia.
Otra de las cosas que me han gustado, se debe a que no me ha
parecido una historia con tintes de telenovela. Me explico. Como autoras
tenemos tendencia a dramatizar la historia entre los protagonistas con
mentiras, pretextos, malos entendidos y cosas por el estilo. Suele ser algo
normal para alargar la trama y darle sentido a las desventuras y alejamientos
de los personajes principales. Aquí, en
cambio, eso es tan nimio que he sentido un placer inmenso. Es obvio que lo hay;
al menos en la segunda parte, pero la historia daba para enredarlo en una
maraña imposible de desenredar.
Por eso digo que la primera parte ha sido perfecta. Es que
no le puedo pedir más. Marcia Cotlan ha logrado un equilibrio sin llegar a
hacer parecer a Tobías, Catalina o Mateo, sosos. Me gustan los pequeños
detalles de la sinceridad de ambos protagonistas, del arrojo y valentía de ella
y del sentimentalismo, digamos poético, del último (no puedo decir más porque
ya revelaría todo de él).
De los demás… solo puedo decir que me han gustado todos,
sean buenos o malos. Isabel, la marquesa, don Anselmo, Margarita, don Luis,
Doña Felisa, Teresa, Nana Victoria… Todos han dejado una pequeña huella en mi
alma lectora.
Por eso, y aunque tengo lecturas pendientes, me temo que van
a quedar de nuevo relegadas al olvido momentáneo, porque tras este clamoroso
éxito, el próximo libro que voy a leer será de… ¿lo adivináis?
Si la curiosidad os mueve, podéis encontrarla aquí. Si
decidís darle una oportunidad, espero que os guste tanto como a mí.